Milagros posibles

Literatura 13 de agosto de 2023 Por Valeria Elías
María del Pilar Barenghi, se presenta a sí misma. Es el perfecto “producto” de un taller literario. Escribe, corrige, se arrepiente, borra todo y vuelve a empezar. Nació y vive en Santa Fe. Va detrás de la pequeña historia, la que se oculta dentro del gran acontecimiento. Cree que ésa es la que pide ser narrada. La epopeya ya está escrita. Los grandes maestros se ocuparon de ella.

Ha custodiado bibliotecas; se ha asomado a la filosofía; no le teme a la página en blanco y cree que no se escribe en soledad. Mil voces acompañan en el momento de la creación y, muchas más, en el acto de lectura. Ha escuchado y da fe de ello, que la literatura es un paraje donde los milagros son posibles. Y celebra que así sea. 

IMG-20230812-WA0007~3

Escrito

Casi un retrato

Le gustan los trenes, los acantilados del Cantábrico y las abadías.
Aprendió a caminar entre escombros, descalza y a cara descubierta. A veces, la intercepta una jauría de lobos. Sabe que lleva las de perder, pero los enfrenta. Regresa a su madriguera en carne viva. Pero se ampara en otros amaneceres y ráfagas del viento sur, que todo lo barre y despeja.
Riega plantas. Teje para recién nacidos propios y no tanto. Los mira crecer y enmaraña los ovillos. Perfuma su cocina con vainilla y canela mientras el tiempo se desliza manso entre mermeladas y cremas batidas.
En algunos días la iluminan soles que reposan; en otros la oscuridad desgarra horizontes. Entonces, se refugia en el sueño y se deja rescatar por promesas y buenos augurios.
Mientras tanto, escribe…
Detesta los embaucadores, la vara del mercader y los alacranes. Huye de la lluvia, de los gatos y los eclipses. Pierde llaves, nombres y los buenos modales que heredó de su padre.
Aprendió que la eterna sonrisa es apenas una máscara que disfraza y traiciona.
Contradictoria a veces; otras, coherente y certera. Confiesa ser cobarde, pero cree que en algún momento la valentía se hará presente. O no.
Ni bella ni bestia. Ni necia ni astuta. Se deja estar ahí mientras las cosas ocurren.
El fantasma de su madre la visita cada tarde. En silencio, toman el té bajo el jazmín. Algún día se atreverá a decirle cuánto la extraña. Todavía no es el momento.
Inventa nuevos amores con el mismo hombre. Él cree en las matemáticas. Ella en el mito. Él opta por la brújula. Ella va detrás del sol.. A menudo él pide silencio. Ella lo escucha, pero no deja de hablar. Saben los dos, y no les importa, que jamás se pondrán de acuerdo.
Da hospitalidad a búhos, a perros innominados y a quien le pida una sopa de arroz en una noche de invierno.
Es generosa, pero no comparte el chocolate, ni el cabernet sauvignon, ni los libros del viejo Sandor.
No madruga. No trasnocha. No se apura.
Por voluntad y elección, defiende su derecho a ser la última en llegar.
Mientras tanto, escribe… 
María del Pilar Barenghi

Valeria Elías

Periodista, comunicadora social, escritora.

Actualidad